8 de mayo de 2012

Jerte ya cría más de 20.000 truchas cada año



«Los huevos se fecundan en la sala de incubación, se espera unos minutos y después se pasan a la incubadora, donde están de 15 a 20 días sin tocarse, hasta que nace el pez. De ahí van a las piletas de aluvinaje y en un mes no se les da de comer, se alimentan de las reservas que tienen. Luego ya se les echa la comida» cuenta Esteban Iglesias encargado del centro, en el que trabaja desde que abrió sus puertas en el Valle del Jerte en 1998.

El Centro de Reproducción de Salmónidos se ubicó a pocos metros de la Garganta de los Infiernos, en el límite de la reserva natural más famosa de la comarca cacereña, bajo el auspicio de la Unión de Pescadores de Jerte, en un intento por perpetuar e investigar una especie emblemática en el norte de Cáceres: la trucha.

A la Junta se le cedió posteriormente su propiedad por un plazo de 25 años, y de esta manera la tutela, a través de un convenio firmado con el Ayuntamiento de la localidad de Jerte.

En el caso de la piscifactoría jerteña, si no hubiera existido este centro lo más probable es que en las gargantas de la zona no quedase en estos momentos ni rastro de la trucha, que siempre ha buscado su agua fría.

«Hay ya cinco o seis gargantas en las que se ha extinguido y en otras está a punto de desaparecer», confirma César Esteban, técnico de la consejería de Agricultura y Medio Ambiente.

Si han ido desapareciendo ha sido por culpa de prácticas como la construcción indiscriminada de canales o presas en los ríos, infraestructuras que frenan el curso natural y suponen una barrera para quienes los habitan. También por el abusivo riego para los cerezos, el uso de productos fitosanitarios que terminan yendo a parar al agua o por la presencia de depredadores, desde los cormoranes hasta el visón americano o las nutrias que se comen los peces.

Si a todo eso se une la práctica de la pesca, lo más seguro es que el futuro de la trucha estuviera en estos momentos pendiente de un hilo.

Para que eso no ocurra, de la piscifactoría de Jerte salen cada año alrededor de 23.000 piezas destinadas a repoblar tanto los cotos de pesca que dependen de la administración autonómica como las gargantas trucheras que se encuentran en peor estado, principalmente en la comarca jerteña, pero también en La Vera, Hurdes o Ibores.

La mayoría de los ejemplares, unos 20.000, llegan hasta los cotos de pesca después de pasar dos años en los estanques del centro de reproducción, mientras que alrededor de 3.000 más se sueltan en las gargantas cuando todavía no han cumplido un año. De ellas es precisamente de donde se captan las piezas que se van a utilizar para la reproducción con el fin de repoblarlas reintroduciéndolas en su medio natural.

La investigación es la otra línea de trabajo en el centro de reproducción de salmónidos de Jerte.

Es la tarea del día a día en el centro de reproducción de salmónidos de Jerte, donde su personal se dedica en cuerpo y alma a preservar la trucha común, una especie salvaje y carnívora, que se alimenta de insectos y otros peces y que busca agua fría y limpia en la que moverse.

Conocer el CENTRO DE REPRODUCCIÓN DE SALMÓNIDOS es una de las visitas que realizamos en nuestras excursiones para colegios desde Alberjerte, donde se les da a los alumnos una breve explicación sobre la cría de la trucha autóctona y se realiza una visita a las instalaciones acompañados por un trabajador de las mismas para conocerlas de cerca.
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