«Incluir en la dieta entre dos y tres cucharaditas semanales de pimentón de la Vera protege de agentes oxidantes como la contaminación atmosférica, las radiaciones solares o la agresión producida por la química contenida en algunos alimentos», recomienda José Enrique Campillo, catedrático de fisiología y experto en nutrición, tras la publicación de un estudio sobre las propiedades de este condimento.
El trabajo, en el que han participado investigadores de las Universidades de Extremadura y Valencia y el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), ha permitido constatar cómo la ingesta de este producto rojizo, muy presente en la gastronomía extremeña, es capaz de multiplicar por dos el funcionamiento de los sistemas antioxidantes endógenos del organismo.
Para llegar a esta conclusión se midieron los efectos del consumo del pimentón ahumado sobre la salud en un grupo de estudiantes de la Facultad de Medicina de Badajoz, sanos y no fumadores. Estos jóvenes consumieron 20 dosis de 2 gramos al día, durante un mes, de pimentón ahumado y no ahumado. Posteriormente, se midieron sus valores antropométricos y cardiovasculares y se tomaron muestras de orina y sangre en ayuno para determinaciones bioquímicas, hematológicas e inmunológicas de las que se derivaron los resultados obtenidos.
Como subraya Campillo, este nuevo descubrimiento pone de manifiesto que el oro rojo extremeño, producido desde el siglo XVI por los monjes Jerónimos del Monasterio de Yuste, ofrece unos beneficios para la salud «como no posee ningún otro pimentón del mundo».
Con todas estas bondades para la salud, el reto pasa ahora, según el profesor, por darlos a conocer a la sociedad a través del etiquetado con el que sale al mercado. «No se explotan los aspectos positivos que este producto reporta a cuerpo, hay productos calificados como antienvejecimiento, con menos base científica que el pimentón de la Vera, y sin embargo la gente los consume», añade.
Además de sus propiedades antioxidantes, la ciencia ya ha demostrado que, en general, todos los tipos de pimentón, nacionales e internacionales, ayudan a regular el colesterol y los triglicéridos. Es más, todos ellos contienen una sustancia, la capsaicina, que dota a este producto de un ligero saber picante y al mismo tiempo le concede efectos anticancerígenos.
«Dentro de nuestro cuerpo existen unas enzimas que nos protegen de estos agentes oxidativos, y lo que hemos comprobado es que al introducir en nuestra alimentación diaria este alimento se duplica la capacidad de síntesis y por tanto se incrementan los mecanismos de defensa frente al estrés oxidativo», aclara Campillo.
Los expertos extremeños ya había demostrado en trabajos científicos anteriores qué es el proceso de secado ahumado, al que es sometido el fruto, el que le confiere una acción antioxidante que neutraliza los radicales libres. Ahora, en esta nueva investigación, han podido comprobar que es precisamente esa fase de cocinado, a leña de encina, la que le hace poseedor de esta propiedad genética.
En estas tierras el pimentón es uno de los ingredientes indispensables de nuestros mejores platos y por supuesto siempre de La Vera: nunca falta en la cocina de nuestro restaurante...
Ya sabes: a comer pimentón de La Vera!!
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