15 de julio de 2012

La provincia de Cáceres, valorada como destino turístico estival por su gran variedad de ofertas y precios


Hacer turismo en Extremadura sale barato y esa es la razón por la que cada año que pasa se quedan a dormir más visitantes. Desde que empezó la crisis en 2008 hasta finales de 2011 el número de pernoctaciones en hoteles de la región ha subido un 6,5%, un incremento que fue especialmente llamativo entre 2010 y 2011. Creen los expertos que esto se debe al deseo de los españoles de practicar turismo interior, considerado más barato. También puede hay más hoteles desde entonces (de 371 en 2008 a 427 en 2011). Pero quizás la clave esté en las tarifas, probablemente las más bajas de España. 


Jorge Prieto, presidente del Clúster del Turismo, alerta de que la región ha mantenido el tipo rebajando los precios al límite y en su análisis señala que no todo es cuestión de que venga más gente. «Tenemos unos márgenes de ganancias que casi no pueden soportar los empresarios. Lo interesante es la cuenta de resultados, ver cuánto se factura y aquí ha habido recortes importantes porque no puedes prescindir de personal para atender a los turistas peor».


Entre 2008 y 2011 el personal empleado en Extremadura tanto en hoteles, como el cámpings o en casas rurales ha aumentado levemente. En los hoteles de 2.568 a 2.638 personas; en los cámpings de 105 a 120; y en alojamientos rurales se ha pasado en los últimos cuatro años de 690 a 717 empleados.

En estos momentos, de cara a este verano, Extremadura afronta la llegada de visitantes con tanto optimismo como prudencia. En cualquier caso, al contrario de lo que ocurre en la costa, la comunidad extremeña no sufre una dependencia exclusiva del verano.

La misma fuente de datos también indica que, en el caso de los hoteles, las pernoctaciones de los meses de julio y agosto suponen el 20% del total de todo el año (el mes que tiene el pico más alto es abril), mientras que en las casas rurales estos dos meses representan el 26% de las pernoctaciones.

A la espera de que Extremadura cuente con un Observatorio turístico que analice la realidad del sector, la región cuenta con un clúster del turismo desde 2009. Actualmente los integran 58 miembros entre instituciones, asociaciones y, sobre todo, empresas del sector.
Su presidente, Jorge Prieto, opina que Extremadura es muy extensa y que las dos provincias encaran de manera muy distinta el verano. «Para Badajoz es más difícil porque sus cuarenta grados en esta época son difíciles de vender, cuando para el norte de Cáceres esta es una temporada bastante fuerte».

Para el presidente de la (Cetex), José Luis Ascarza, «julio y agosto los hemos salvado en los dos últimos años por la campana, ya que hay que reconocer que en esta época el turismo de sol y playa sigue siendo el que más éxito tiene. Cuando la gente quiere hacer otro tipo de turismo más familiar y más barato ahí entramos nosotros. Pero se echa de menos una campaña de promoción potente y una política concreta en este sentido porque en doce meses hemos tenido ya tres directores generales y eso supone bajar la guardia ante la competencia. En Castilla y León, donde también se hace turismo interior, llevan ya cinco meses de promoción»

Según Prieto, la gran debilidad extremeña en materia de turismo es la comercialización del producto y consolidar el turismo de extranjeros. «La clientela nacional -dice- se mueve por precio y espera al último minuto. Hace unos años se hacían reservas con más de diez días de antelación. Ahora con la crisis las hacen dos días antes. Lo comparan todo una y otra vez y solo a última hora hacen una reserva, así que ahí solo puedes entrar tú con un precio bajo». Por esta razón, prosigue Jorge Prieto, el turista extranjero es el que más conviene a los empresarios extremeños. «Tanto los americanos como los del norte de Europa ya conocen la marca España, son gente con un poder adquisitivo altísimo y buscan destinos que no estén trillados, como indican en las encuestas. En el caso de Extremadura, a los que ya la conocen les ha parecido muy barata y además su nivel de satisfacción ha sido altísimo. Este tipo de cliente es un reto que nos gustaría rentabilizar y por ahí podríamos crecer de una manera más sólida porque no sé cuánto tiempo más podremos mantenernos con márgenes tan estrechos si te suben el IVA, la luz ...».

Los expertos también reconocen que, excluyendo las zonas rurales del norte de Cáceres, principalmente el Valle del Jerte, La Vera, El Ambroz y las Hurdes, el resto del turismo en Extremadura está muy concentrado en dos puntos. Si hay dos ciudades con personalidad turística en Extremadura estas son Mérida y Cáceres.

Pero si bien visitar una ciudad un día y bañarse al siguiente en plena naturaleza se puede combinar la región, en números globales hay unanimidad en que el norte de Cáceres, por sus piscinas naturales, es el gran destino veraniego en Extremadura. De hecho, más del ochenta por ciento de las casas rurales de Extremadura están allí e incluso los extremeños apuestan por esta alternativa tan cercana en tiempos de crisis.

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